A veces te das cuenta que tu cuerpo lleva espinas clavadas de rosas que has cuidado con amor.
Hay personas que por cómo te tratan después, según opina mucha gente, son personas mediocres que no merecen todo lo que les has dado y todo el tiempo que has empleado en ellas generosamente.
Sin embargo, yo no pienso así. Volvería a darles de nuevo cuanto necesitasen de mí. Porque en mi vida no cabe el mal trato, sino el amor y la generosidad. Especialmente con aquellas que son débiles en su consciencia.
Para mí esas personas representan el amor incondicional y es una responsabilidad igualmente. Las espinas y el mal trato es sólo una forma de defensa. Tras ellas está su belleza y su esencia. Por eso no hago caso a las heridas emocionales que causen después, no las tengo en cuenta ya que sólo es falta de consciencia.
Si das con amor y eres generoso con tus valores, tus dones y tu tiempo, de manera incondicional, podrás sentir sólo amor y respeto.
Sin embargo, debemos llevar cuidado. A veces reclaman mucho, y tú lo das todo y más. Y eso puede ser un problema. Cuando riegas una planta con demasiada agua la ahogas. Por eso es importante saber dar y hasta dónde dar en la justa medida, aunque la otra persona reclame más. Y asi, entiendo que dar mucho más no es siempre lo correcto.

Y el Universo pondrá todo lo demás en su sitio, lo compensará. Las espinas no dolerán. El Universo es capaz de devolver como un boomerang todo cuanto en realidad has aportado y llevar todo al equilibrio entre el dar y el recibir.
Y recién terminada mi meditación de hoy, cierro una etapa de aprendizaje respecto a esto, sólo puedo decir: Gracias gracias gracias por lo que aprendo en el camino y por cuánto recibo.
Marla Sánchez
Coach Holístico Sistémico
Deja una respuesta