Cuando nos amamos a nosotros mismos, el amor lo transforma todo.
Aprendemos a cuidarnos, a mimarnos, encontrar ratos para disfrutar de nosotros mismos, ir al cine solos, hacer un pequeño viaje, hacer una cena especial y cenar solos encendiendo una vela, un paseo por la montaña, vivir una historia de amor contigo mismo… Si, una locura, pero una locura de amor… la más maravillosa. No es tan difícil abrirse al amor, solo hay que estar dispuesto y desearlo. Lo difícil es estar dispuesto a quererse a sí mismo.
Esta es una de las cosas que todo peregrino en el Camino de Santiago lleva consigo, replanteándose su vida y los “por qués”, pero también encontrando el cómo y marcando definitivamente los objetivos para llegar a su propósito. Pero la base de todo es el amor por uno mismo, el propósito mismo de la propia vida.
La búsqueda incesante de uno mismo hace que con el tiempo, aprendamos a decirnos “te amo”. Cuando sucede esto, se produce una transformación completa que nos lleva a mirar hacia fuera de nosotros. Una necesidad de expresar el amor, pues miramos alrededor y sentimos amor por cuanto nos rodea y nos sentimos amados por cuanto nos rodea…
No importa nada de lo que me ocurra, pues es tanto lo que siento que mi amor trasciende los límites. No importa si viene la muerte a buscarme, pues sabré que estoy preparado para hacer una mudanza y dar un paso más en el atardecer de la vida. Poder sentirse así es el gran regalo de la vida, el éxtasis para la eternidad.
¿Te han dicho alguna vez “te amo”? Hay quien siente terror al escuchar eso, pues piensa que es falso, hay quien tiene ganas de llorar pues nunca lo ha escuchado para él, hay quien lo rechaza pues no ha aprendido todavía sobre lo que él es, y hay quien se agarra a lo que escucha para hacerlo realidad en si mismo…
¿Y has dicho alguna vez a alguien “te amo”? Hay quien tiene miedo decir “te amo”, hay quien lo dice y siente prejuicio de lo que va a pensar la gente, hay quien se arrepiente después de haberlo dicho, hay quien lo dice buscando la respuesta pues en realidad necesita escucharlo de vuelta, y hay quien lo dice expresando todo el amor que es… El amor va y viene, planteando tantas cosas en la vida, llevando grandes aprendizajes, destapando tantas verdades ocultas, desvelando secretos, uniendo y desuniendo parejas, enseñando a relacionarse a padres e hijos, desterrando de la vida de uno a ciertos amigos y atrayendo a otros, haciendo que unos den la vida para que otros encuentren la fuerza para luchar, haciendo que caigan los pilares más altos, matando niños de hambre para que otros aprendan lo que es la caridad o la compasión…
El amor trabaja en todos los niveles, y quien lo ha encontrado dentro de uno mismo, se une al universo para trabajar con él en todos esos niveles. Si no has llegado a ese momento transcendental, crece en el amor haciendo las pequeñas cosas que te llevan a ese momento. Empieza por decir te amo a las personas a las que amas, no vale “te quiero” pues es sucedáneo o produce el mismo efecto, es decir “te amo” lo que transforma a quien lo dice y a quien le es dicho. Di “te amo” a tus hijos, a tus padres, a tu pareja, a tus compañeros o compañeras, a tus amigos, a tus animales, a tus plantas… a la naturaleza, desplegando toda la energía del corazón hacia ellos… y verás los cambios rápidamente, en ti y en cuanto te rodea. Cuando nos amamos a nosotros mismos, el amor lo transforma todo. Cuando amamos a los demás, el mundo cambia poco a poco. ¡Toda una verdadera locura de amor!…
NUESTRO GRANITO DE ARENA, EMPIEZA SIENDO ARENA
Marla Sánchez
Coach Holístico Sistémico
Amor autopersonal: La autoestima o amor propio es el amor hacia uno mismo. Es algo positivo para el desarrollo personal e indispensable para las buenas relaciones interpersonales. Se basa en la aceptación de las virtudes y defectos propios y la percepción de éstos en su justa medida.
Amor incondicional: Es el que se profesa sin esperar nada a cambio. El amor espiritual, predicado por las diferentes religiones, es el amor incondicional por antonomasia. El amor maternal, o amor de madre a hijo, se reconoce también como amor de este tipo; este último, por tradición, se considera motivado por un fuerte instinto que lo hace especialmente intenso; no obstante, hay también quien cuestiona la existencia de dicho instinto.
(Definición de Wikipedia)
Sólo amándonos a nosotros mismos podremos llegar a manifestar el amor incondicional, unirnos al todo y a la nada por ese maravilloso sentimiento que trasciende más allá de lo que nuestra propia comprensión nos permite entender y gozar en la dicha de la plenitud de nuestra esencia, que no es otra cosa que AMOR PURO.