Hay quien dice que la gente honesta no triunfa en la vida, que hay que llevar doble juego, que con la honradez no se llega muy alto, que para tener éxito hay que pisotear un poco a los demás.
Cuando alguna vez escucho eso, me entra un revoltijo mental que casi me quedo catatónica. Lo primero es, que me cuesta entender el mundo con posibilidades mínimas y tan tajante en ideas y alternativas.
Si algo me ha enseñado la vida es a ser más flexible, a ver un mundo abierto a miles de posibilidades, tantas como seres humanos hay en el mundo, y más. Así que mi mente está abierta a crear redes neuronales que siempre escogen el camino de una consciencia abierta y atenta a cada cosa que hago, procurando vivir el presente, el aquí y ahora.
Deberíamos pensar en el significado del éxito. Hay gente que persigue el éxito a través de la economía, o de lo social o lo laboral… que quiere influir en los demás, ser reconocido socialmente, etc. y lo hace por encima de cualquiera, maquinando y construyendo su ruta de acceso sin pensar si eso perjudica a otros. Persiguiendo a costa de lo que sea ese objetivo. Pero el éxito no se persigue, en todo caso, se trabaja. Y tienes dos opciones, hacerlo desde dentro de ti o desde fuera de ti.
Hay quien busca el éxito en sus estudios, en su carrera profesional, en el mundo artístico, etc. Este es positivo y bueno, porque ayuda a crear cambios en tu vida, evolución que hará que te sientas satisfecho y que seguro beneficiará todo el ambiente en el que te desenvuelves. Este es el que se trabaja, el que se crea a partir de unos objetivos que se van cumpliendo y que pasan por distintas fases, pero que el mayor apoyo es la confianza en uno mismo, y este, por supuesto se consigue siendo honesto con uno mismo.
El éxito es algo que se establece en la vida de uno cuando la humildad, integridad, pasión, paciencia, constancia, dirección y honestidad aparecen como grandes valores instalados en uno, y todo lo vivimos y lo miramos desde ese prisma.
No se trata de conformarse con lo que la vida te da, sino de vivirla con las herramientas que dispones y saberlas utilizar para hacer cada día lo que te haga sentir mejor, lo que te haga vivir una vida lo más plena posible, lo que te haga reír, disfrutar con los que amas y te aman, sentirte satisfecho al final del día por cada cosa que has vivido y hecho en tu trabajo, en tu hogar, en los distintos ambientes en los que te mueves.
El éxito debe estar en cada cosa que hagas, en cada paso que des, en cada palabra que pronuncies, en cada gesto… porque los éxitos diarios tienen más fuerza.
Por este motivo, la gente honesta sí triunfa.
Y yo, cada día triunfo y tengo éxito.
Marla Sánchez
Deja una respuesta