Hoy, después de esta larga pausa, en la que me he dedicado a poner orden en algunos apartados de mi vida, y por petición de muchos de mis queridos lectores, vuelvo con el alma inquieta por expresarse a través de mis dedos y deseosa de compartirme con vosotros.
La sinceridad comienza por uno mismo y comienza desde donde todo comienza: desde el Amor. Amor por mi es lo que he necesitado desde el pasado mes de Diciembre del 2012. Porque a veces estamos sumidos en historias, que nos van restando energía y en consecuencia se ve reflejado finalmente en la salud. No, no se preocupen mis lectores, estoy bien, solo que he tenido que encontrarme de nuevo con el estrés cara a cara. Y esto me ha hecho tomar nuevos caminos, dejar a un lado otros y soltar… Aiiisss… soltar… A veces, la vida nos pone a prueba, porque no es fácil soltar algo que amas mucho, dejarlo ir, y volverte para tomar lo nuevo, aquello que la vida te ofrece en el nuevo camino.
Esta es mi situación ahora, en este momento de mi vida. Después de 5 meses de meditación, de agitación, de reorganización y orden… y sobre todo, de amarme mucho, mucho, mucho…
Dicen que la Sinceridad es la Cara del Alma. Hace tiempo que me quité la máscara para comenzar a mostrar mi Alma.
Ayer charlaba con una persona sobre este tema y me sorprendió bastante cuando me preguntó si yo verdaderamente creo que existen personas sinceras en el mundo. Claro que sí!!!… lo se!!… las tengo cerca de mi y hay muchas más… Pero para ser sincero se necesita un trabajo previo de congruencia. Y sobre todo, tener en cuenta que ser sincero no es decir todo lo que se piensa, sino no decir lo contrario.
La sinceridad es una virtud que es propia de las personas que van por la vida con una actitud congruente y que mantienen en todo momento. La congruencia se cimenta en la claridad de las palabras y de los actos.
El mostrarnos tal como somos en realidad, nos hace congruentes entre lo que decimos, hacemos y pensamos, esto se logra con el conocimiento y la aceptación de nuestras cualidades y limitaciones. Esto para mi es transparencia.
Algunas veces, para ser sincero se necesita valor, no se justifica el dejar de decir las cosas para no perder una amistad o el buen concepto que se tiene de nuestra persona. La persona sincera dice la verdad siempre, en todo momento, aunque le cueste, sin temor al que dirán.
La educación de la sinceridad implica tacto y discreción. Porque ser sincero no consiste en decir todo a todos y siempre.
El saber discernir es muy importante, ya que esta será nuestra herramienta que mantendrá el equilibrio entre lo interno (el alma) y lo externo, para no dañar, o al menos hacerlo con tacto.
Si la Sinceridad es la Cara de nuestra Alma, es transparencia…
¿Quién quiere mostrar el Alma?… Vamos!!!… Un «Me gusta»!!!
y compartid!!!… compartid!!!…
Besos para esas Almas
V A L O R E S
Hay quien dice: «Yo soy muy sincero, yo lo digo todo… todo lo que pienso lo digo»
Marla, muy cierto. Esto de la sinceridad es algo que bueno, últimamente, creo, brilla por su ausencia…Y creo que el tema está en que la verdad, a veces, es tan dura, que mejor damos vueltas y vueltas antes de enfrentarnos a ella.
Yo soy de las que piensa que la sinceridad comienza por uno mismo. Mirarnos en el espejo y cuando seamos capaces de decirnos todas las verdades, sin dejar nada fuera, escondido ni ocultado. Entonces podremos mirar al otro, y como tú dices, miraremos desde el amor, y desde ahí entonces podremos decir al otro, sin miedo ni temor, lo que pensamos, sentimos y hacemos…Un fuerte abrazo y gracias por regresar a nuestras vidas desde esta ventana…
Gracias Encarna, por ser un gran apoyo y fuente del ánimo que me ha hecho regresar con fuerza a este Blog.
Besos
Qué importante es ser sincero con uno mismo. Saber apartarse de las distracciones y ser uno mismo y congruente, como tu dices, con tus propios planteamientos sin caer en rutinas y dinámicas que te apartan de tu propia forma de querer entender la vida.
Así es, Mariano. Ser congruente es difícil de conseguir, ya que uno tiene que buscar la manera en que sus pensamientos, sus sentimientos y sus actos esten en perfecta armonía. Es difícil, pero requiere una observación constante de cada parte y mirarse al espejo, quieto, sincero, analítico, ecuánime, amoroso y con humor…. Y con todo ello tratar de volver al equilibrio todo aquello que se fue de él. Mucho parar y meditar, pero quien se empeña consigue mostrar el alma.
Gracias por leer el artículo y comentarlo.
Besos
I believe this internet site holds some really good info for everyone : D.