¿Cuáles son las posibilidades y los limites de las Constelaciones Familiares?
Debemos ser conscientes de las posibilidades de este método y también de sus límites, para evitar confusiones y mal entendidos que podrían llevar a esperar algo de este método tan valiosos no puede dar.
Las Constelaciones Familiares forman parte del enfoque sistémico dentro de la psicología y m-as concretamente en la psicogenealogía, llevándolo a un nuevo peldaño, La terapia sistémica tiene sus bases – teoría, comprensión y aplicación – gracias al trabajo realizado a partir de loa años treinta por Jacob Moreno, Gregory Bateson, Don Jackson, Margaret Mead, Murray Bowen, Salvador Minuchin, Ivan Boszormenyi-Nagy y Virginia Satir, entre otros.
Las Constelaciones Familiares tienen sus bases en la comprensión sistémica y en una percepción fenomenológica. Esto quiere decir que se mira al individuo dentro de su contexto familiar, que se define básicamente por las últimas cuatro generaciones, hasta los bisabuelos. La comprensión sistémica entiende que entre los miembros de un sistema familiar existe una red de interacciones que hace que asuntos no resueltos en una generación pasen a la siguiente generación. En las Constelaciones Familiares no existe un canon prefabricado de posibles intervenciones terapéuticas.
El marco para que ocurra una Constelación Familiar es normalmente en un taller de grupo, o una sección individual con el constelador, En ambos marcos se muestra una característica de este método: es una intervención puntual, no es un acompañamiento al cliente durante un período de tiempo. Los procesos internos de una persona van despacio y necesitan su tiempo, a menudo años. Una Constelación puede dar un impulso concreto que inicie este proceso, que lo empuje o , lo concluya, como una experiencia potente y movilizadora. En este sentido es un método terapéutico dentro de un abanico de intervenciones terapéuticas, pero no es una psicoterapia que acompaña y cuida el cliente en un proceso terapéutico a lo largo del tiempo. De ahí surge la necesidad de que el terapeuta que trabaja con el método de las Constelaciones Familiares tenga una sólida formación terapéutica de base en alguna rama de la psicología o de la pedagogía diría yo. Sólo de esta manera tendría la experiencia y la visión necesaria para entender en que momento se encuentra el cliente, y manejar de forma competente los procesos de sus clientes que se muestran en los talleres. Un cliente puede presentar en un taller de Constelaciones Familiares una demanda que tenga que ver con:
· un enredo sistémico familiar.
· una falta de desarrollo de sus recursos propios.
· Un trauma personal.
En el primer caso cuando se trata de un asunto de relación con otro familiar, de una pauta familiar o de una herencia sistémica, y cuando el cliente muestra suficiente actitud de responsabilidad hacia su propia vida, una Constelación Familiar puede serle útil. Pero si se trata de una falta de desarrollo de un recurso propio del cliente, como por ejemplo la confianza en si mismo, o de un comportamiento neurótico debido a un rasgo de personalidad, una Constelación Familiar no le va servir para nada, enfatiza el autor, sino que más bien se le despistará, llevando su foco de atención hacia su sistema familiar en lugar de ponerlo en sí mismo. En este caso le seria más útil una terapia individual o la participación en un grupo de crecimiento personal, donde poder aprender a desarrollar sus recursos y afianzarse en ellos practicándolos. Tratar de un trauma personal sufrido por alguien es delicado y laborioso, requiere una formación específica y mucha experiencia a la vez que un trato delicado con el cliente por parte del terapeuta. Un proceso terapéutico de malos tratos o de abusos sexuales, por ejemplo requiere su tiempo, porque, como si de pelar una cebolla se tratase, el cliente solo puede adentrarse en su problema paso a paso para sanarlo. Y si se tratara de experiencias traumáticas repetitivas hay que tenerlo más en cuenta todavía, por lo tanto, un terapeuta que quisiera resolver un trauma en un solo trabajo, haría más daño que otra cosa. Y en este caso una Constelación solo tiene sentido cuando la persona ya ha elaborado hasta cierto punto su experiencia traumática, y no antes, para evitar que la Constelación le traumatice o le desestructure. Podría servir más bien como uno de los pasos finales en un proceso de sanación.
Las Constelaciones Familiares sirven cuando el cliente presenta una dificultad que tiene su origen en un enredo con su sistema familiar. Éste puede ser su relación con algún miembro de su familia actual o de su familia de origen, una pauta que se repite en su vida y que tal vez ya se mostró en la vida de otros familiares, la sensación de estar desubicado en la familia o en la vida, una tendencia hacia la muerte, una adicción, a veces una enfermedad psíquica o física, etc.
Dentro del tratamiento de una adicción puede ser adecuado utilizar el método de las Constelaciones Familiares, en un momento concreto para agilizar el proceso del cliente. Se ha demostrado que una adicción, por ejemplo al alcohol, a menudo tiene que ver con una dificultad de la persona adicta en las relaciones con sus familiares, sobre todo por el lado paterno. Ya las enfermedades mentales tienen a menudo su origen en un cúmulo de enredos sistémicos. Por ejemplo, una persona psicótica suele estar identificada a la vez con dos personas de su sistema, un perpetrador y una víctima suya que todavía no están en paz, lo que hace que estas energías tan opuestas se mantengan vivas en el sistema y se manifiesten en una misma persona, causando la psicosis. A través de las Constelaciones Familiares se puede conseguir a nivel sistémico que estas energías dejen de fluctuar en el sistema familiar, y esto produce un cierto alivio en las personas afectadas. Pero seria presuntuoso pensar que las Constelaciones por sí solas podrían sanar algo en estos terrenos.Habitualmente hay varias dinámicas distintas que influyen en una persona psicótica y que se entremezclan. Requieren u n proceso terapéutico espaciado y pausado, y un conjunto de intervenciones, tanto en el tratamiento terapéutico como en la alopatía. Llevado a cabo por profesionales especializados.
No somos tan diferentes los unos de los otros como pensamos a menudo, Viajamos todos en el mismo barco por la vida dice Buorquin, por eso solamente en participar de un taller de Constelaciones Familiares les sirven a algunos, para enriquecer y educar su vida, porque los problemas de unos se parecen a los problemas de los demás. Terencio, un escritor de comedias de la antigua Roma ya decía y con razón:” Soy humano y nada humano me es ajeno.” Y finalmente concluye Buorquin, – “Para trabajar un asunto personal a través de una Constelación Familiar, es fundamental que la persona tenga un problema serio, y que algo le duela de verdad. Hacer una Constelación por curiosidad o “por si acaso” no tiene ningún sentido. Pero hay que tener en cuenta lo que dijo un sabio filósofo chino Lao Tse que “el momento adecuado determina la calidad del movimiento” A veces es necesario esperar hasta que llegue la calidad del movimiento oportuno, sin empujar el río, ni tampoco frenarlo.”
Sobre una comprensión sistémica.
Estamos inmersos en un montón de sistemas, empezando por nuestro cuerpo con sus huesos, órganos, músculos, sistema nervioso, sangre, etc Hablamos del ecosistema, de diferentes sistemas del Estado, como democracia, dictadura o monarquía, de la globalización del sistema económico, del sistema solar, y del sistema periódico de los elementos que forman nuestro mundo. Cada organización forma un sistema, cada empresa, cada colectivo y cada familia.
Un sistema está formado por partes interrelacionadas, de forma que cada una cumple una misión para otra. Es un conjunto de elementos en interacción dinámica, que relacionados entre sí contribuyen a un determinado objetivo. Para comprenderlo hay que ver el todo y no sólo una parte. De todos los sistemas en los que participamos, el que más nos influye es la familia. Cada sistema tiene sus reglas que lo organizan y lo hacen funcionar. Una empresa que solo tiene jefes no funciona, y una sin jefe tampoco. Cuando hay una falta de claridad respecto al lugar que uno le corresponde, o cuando algún miembro del sistema sea en una familia o en una empresa, no respecta las reglas u órdenes que rigen ell sistema, aparecen los problemas.
Éste es el enfoque de las Constelaciones Familiares. Se basa en una percepción sistémica que permite entender conductas de las personas que son difícilmente explicables a partir de sus rasgos personales (inteligencia, carácter, etc) y que, sin embargo pueden entenderse como respuesta a un desorden en el sistema familiar.
Con el modo de pensar sistémico abordamos la realidad de forma que el individuo pierde preponderancia a favor de una observación e intervención dirigida al contexto, lo interactivo y lo relacional. Es una mirada amplia, más allá del individuo.Observamos así, que muchas veces amigos o familiares repiten pautas o destinos de sus familiares. Un matrimonio que se separa como lo hicieran sus padres y sus abuelos, parejas de una misma familia que en cada generación pierden un hijo pequeño. Una madre soltera que tubo una hija, ahora esta hija también es madre soltera. Pero los cambios son necesarios, porque si nunca cambio nada en mi vida y me gusta como estoy, acabaré como un fósil. Si en una familia ningún hijo da el paso de formar una nueva familia y tener sus propios hijos, el sistema familiar acaba con su generación. Así también una empresa que siempre hace lo mismo quiebra, porque no se adapta a los cambios de su entorno. Una empresa que crece sin parar, fusionándose con otras empresas, comprando competidores, termina desplomándose porque no consolida su situación. Estamos inmersos en un baile de fuerzas opuestas, un baile dinámico y nada estático, y cada día buscamos de nuevo nuestro equilibrio en este baile de la vida. Bourquin, en sus talleres acostumbra a comparar el sistema familiar con el cuerpo humano u sus elementos. Y suele preguntar: – ¿Quiénes forman en su conjunto el cuerpo familiar en que participamos?, ¿quién tiene que estar en la foto familiar?Para empezar yo, con mis hermanos, mis padres, mis tías y tíos, los abuelos, y algunas veces los bisabuelos. Esto incluye tanbién a los familiares que nacieran muertos o murieran de pequeños y que se “olvidan” con facilidad.En el enfoque de las Constelaciones Familiares se trabaja básicamente con las ultimas cuatro generaciones, hasta los bisabuelos.
Después, hay dos tipos de personas más que entran en el sistema familiar, aunque no exista un parentesco de sangre. Uno son las personas que de algún modo hicieran sitio para que otras entren. La primera esposa del abuelo o el primer novio de la madre, por ejemplo. Para que yo naciera fueran imprescindibles mis padres, abuelos, bisabuelos etc. Dice el autor, -“Solo contando hasta la generación de mis tatarabuelos ya son 30 personas. Si hubiera faltado un de ellos, yo no estaría aquí, escribiendo este libro. Gracias a personas como e primer novio de mi madre, que rompió el noviazgo después de seis años dejando libre el lugar al lado de mi madre, mi padre pudo encontrarse con ella. Yo tengo la vida porque él se fue. Por eso entra también en mi sistema familiar y tiene un lugar en mi foto de familia.
El otro tipo de personas que tienen un vínculo de agresión, como por ejemplo, haber causado la muerte violenta de un familiar o haber sufrido una muerte violenta a manos de algún familiar. Entre la víctima y el verdugo se crea un vínculo que tiene tanta fuerza como los demás, y de esta manera se unen mutuamente en el sistema familiar del otro.Todos ellos más yo mismo formamos el “cuerpo familiar”, todos pertenecemos al mismo sistema. Y uno sólo se siente completo cuando su foto familiar interna aparecen todos, sin excluir ni olvidar a nadie, y los guarda en su corazón. “
¿Cuáles son las reglas y leyes que organizan un sistema familiar? ¿Qué hace que en mi familia, o en la suya, se repitan pautas y destinos?
La primera ley es que cada miembro de la familia pertenece a la familia. Este hecho parece obvio, pero no lo es tanto, Miramos en nuestra familia: ¿Hay algún miembro familiar que esté olvidado, excluido o menospreciado? Tal vez n niño que murió al nacer o de pequeño, o un aborto avanzado? Que tal vez ni tiene nombre, o cuyo nombre fue dado después al siguiente bebe, intentando borrar de esta manera el recuerdo tan doloroso de la pérdida sufrida por sus padres. O un familiar con el destino diferente de los demás, una madre soltera quizás, un hijo ilegítimo, alguien que se suicidó, que padecía una enfermedad mental , que hizo que la familia se avergonzara de él, apartándole de la familia e de su memoria. Puede ser que algún miembro de la familia se fuera del país y su pista se perdiera. En el extranjero. ¿Quiénes son los que faltan en tu foto familiar? Cuando un miembro de la familia queda excluido, olvidado o despreciado, el sistema familiar no lo tolera, porque su máxima es velar por su integridad. El autor cita como ejemplo un órgano del cuerpo humano que ya no vale, y por esto se deja esta parte o este órgano del cuerpo sin sangre. Esto no pasará porque el cuerpo vela por su integridad y sabe que si un órgano dejara de funcionar, afectaría las demás partes del cuerpo causando la muerte de todo el organismo en el caso más grave. Y esta misma fuerza de conservación rige en sistema familiar. Se podría entender esta fuerza como una conciencia propia del sistema, una conciencia que, para preservar la integridad de la familia, hace lo siguiente: si un miembro queda excluido en una generación, será incluido por otro miembro en la siguiente generación. Éste es el origen de las repeticiones de destinos en familias. Un miembro posterior retoma un asunto pendiente. De forma inconsciente se identifica con la persona excluida y acaba reviviendo y repitiendo su destino. Segunda ley – que hay un orden en la familia. En una familia es importante la función del tiempo, que define quién ha venido antes y después.. Esto conforma un orden. Metafóricamente los ancestros son más grandes que los padres, los padres más grandes que los hijos. Quién ha venido antes tiene más derechos que aquellos que han venido después.
Todos tenemos una familia que es nuestro origen y en cuyo seno nacimos y crecimos. Una vez adultos comienza nuestro propio proyecto de vida. Buscamos y encontramos una pareja y formamos un sistema familiar nuevo. Mientras que a nivel individual la persona que ha venido antes tiene prioridad sobre el que ha venido después, a nivel de sistemas es diferente. El sistema actual tiene prioridad sobre la familia de origen. Así que, aún que mi pareja ha venido después que mis familiares, el hecho de que formamos un nuevo sistema familiar le da prioridad sobre mi sistema familiar de origen.
En las Constelaciones Familiares se mira de qué manera se relacionan los miembros de una familia a través de las generaciones y si cada uno ocupa el lugar que a cada uno le corresponde.
La tercera ley es de la compensación adecuada. Hay un dar y tomar constante, que tiene como fondo EL AMOR.
A nivel de generaciones podemos observar que una generación da, y la siguiente toma, y lo que recibe lo pasa a la próxima generación. Entre padres e hijos no es posible equilibrar la cuenta.. Aún que los padres también reciban algo de los hijos, no se puede compensar el hecho de haber recibido la vida a través de ellos. El regalo más grande que hemos recibido jamás es la vida misma que recibimos de nuestros padres. Por esto, intentar equilibrar esta deuda con nuestros padres es imposible y solo conlleva la desubicación de uno mismo.Ya, a nivel de pareja es importante aceptar que se trata de una relación entre iguales. Ambos dan y ambos toman. Si se mantiene un cierto equilibrio en el intercambio, la relación crece. Pero si uno da mucho y el otro da poco o si uno da y se niega a tomar, el equilibrio se rompe y pone en peligro la continuidad de la pareja, porque con el paso del tiempo la persona que da más o que toma menos puede sentirse frustrada y poco nutrida en la relación, mientras la persona que recibe más se va a sentir cada vez más en deuda con su pareja, lo que le causará un creciente malestar.
Cuando sienten que ya no pueden compensar el otro por todo lo recibido, devolviéndole algo adecuado y así restablecer de nuevo el equilibrio entre ambos, se acerca el fin de la relación.
Estas reglas o leyes tienen su origen en la observación de los fenómenos que ocurren y de los resultados que conllevan por lo tanto, no se deben entender como conceptos formulados por alguien que quiere inventar una teoría más.
Y finalmente me ha llamado particularmente la atención lo que el autor trata en su libro sobre el divorcio.
¿Cuándo una pareja se encuentra en crisis puede ser de ayuda hacer una Constelación Familiar?
Si, para ver la dinámica de fondo que se manifiesta entre ellos o en cada uno. Es como encender una luz en el sótano de la pareja. A menudo ven algo nuevo que les ayuda a comprender su situación de una forma distinta. Y talvez esta comprensión puede servirles como llave para encontrar una salida a su crisis. Ahora bien dice Bourquin, no se resuelve ninguna crisis de pareja únicamente con una Constelación. Puede ser el comienzo de una solución, pero la pareja tiene que encarar sus problemas.
Cuando uno de los dos ya ha “tirado la toalla”, dando por perdida la pareja, no hay nada que hacer. A veces necesita alargar la convivencia, por mala que sea, para sentir que ha pagado lo suficiente con su sufrimiento antes de romper la pareja. O hace la vida imposible de su pareja para que dé el primer paso, porque no se siente capaz de tomar la iniciativa ayunque ya lo haya decidido. Incluso si en una Constelación surge una posible solución, no la va a tomar. Mas bien asiste al taller para encontrar la confirmación de que ha hecho todo lo posible, pero que la relación esta acabada.
Toda pareja empieza de forma linda, con un enamoramiento que da lugar a una relación de amor más profunda y vinculante. Y cualquier separación es dolorosa y triste.A veces una pareja se separa porque no encuentra más camino en común. Es como si a su vehículo de convivencia se le hubiera acabado la gasolina. La relación no da para más, no es culpa de nadie. Sus caminos se separan porque a cada uno de ellos la vida le conduce en una dirección diferente. Y aquí comienza mi reflexión, desde una nueva mirada, una mirada sistémica, justamente cuando finalizo el trabajo de síntesis de este precioso y aclarador libro sobre las Constelaciones Familiares de Peter Bourquin. Y todavía resuena en mi cabeza sobre separaciones, algunas sabias palabras de Bert Hellinger y Gunthard Weber. Frecuentemente cuando dos personas no pueden separarse, les falta el tomar. En un caso así, el uno tiene que decirle al otro. “Tomo lo que me diste. Fue un montón, y lo honraré y lo llevaré conmigo. Aquello que yo te di, lo di a gusto, y puedes quedártelo. Por aquello que fue mal entre nosotros dos, yo asumo mi parte de responsabilidad y te dejo la tuya, y ahora te dejo en paz.” Entonces pueden separarse… del Libro. Felicidad Dual pág 163.
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