Voy a continuar el artículo que se escribió el 21 de Febrero sobre «El Alma del Sistema Familiar y los Órdenes del Amor». Esta vez para hablar de los trastornos del primer órden: Vinculación.
Cuando no se está vinculado al Sistema Familiar (rechazo al padre o madre, se siente mejor que ellos, le gustaría haber nacido en otra familia…) pueden aparecer síntomas físicos como problemas de drogadicción, trastornos de alimentación, trastornos bipolares, úlceras, etc.
Siempre tenemos que honrar a nuestros padres. Sentir que queremos a nuestro padre/madre, porque nos dió la vida y yo valoro y amo la vida que tengo y quien soy, por eso estoy tan agradecido o agradecida y les honro.
Viví hace unos años, el caso de una separación hostil de pareja en la que dos hijos se quedan con la madre. Esta sin darse cuenta le transmite lo malo que es el padre y convierte a sus hijos en confidentes. Inconscientemente los hijos se alían con la madre. Uno de ellos, el pequeño, decide estar al lado de mamá intentando hacer que no pasa nada, pero guardando cierto rencor que queda disfrazado por el quehacer cotidiano y la actividad constante, el deseo de hacer cosas sin parar para no pensar que su padre es mala persona. El hijo mayor se alía también con su madre y siente que si él fuera su marido su madre sería feliz, se siente responsable. Todo empieza a ir aparentemente bien, hasta que este hijo mayor empieza a comportarse como su padre, agresivo y posesivo con la madre, juzgándola en cada cosa que hace y le parece mal. Así se comporta porque siente que es la pareja de la madre y sustituye al padre. Inconscientemente, se alía con el perdedor, por lo que el hijo comienza a mostrarse igual que su padre y copiar sus patrones de comportamiento.
Para que la separación de una pareja no suponga un trauma para los hijos, primero deben ponerse de acuerdo y transmitirle a los hijos: «nosotros nos queríamos mucho, pero ahora no nos llevamos bien y nos vamos a separar como pareja, pero como padres siempre vamos a estar juntos». «Nuestros problemas son nuestros problemas y no los vuestros».
Entonces los hijos descansan, se quitan esa responsabilidad que no es suya y vuelven a ocupar cada uno su lugar en el Sistema Familiar. Se reestablece el órden. Por eso son tan importantes los órdenes del amor.
Deja una respuesta